Plan de transición para el sector de los residuos industriales en Euskal Herria
Este informe es el resultado del esfuerzo por unir la teoría con la práctica desde el sindicato LAB. En LAB, identificaron seis sectores estratégicos (automoción, tres sectores de cuidados asalariados, restauración colectiva y residuos industriales), algunos que inevitablemente van a tener que contraerse o reducir, así como otros que deben crecer y transformarse de manera significativa.
Encargaron a Garúa un análisis de cada sector y la discusión de las transformaciones que puedan operarse, para así generar estrategias sindicales al respecto. Estos informes no son un punto final, ni la propuesta de LAB, sino herramientas con las que seguir impulsando una transición ecosocial en Euskal Herria, pero que en realidad tiene elementos válidos para otros territorios.
Caracterización del sector de los residuos industriales
Aunque el sector de los residuos industriales es pequeño en cuanto a su importancia económica y a nivel de empleos, los sectores que permite (industrial y construcción) no lo son, especialmente en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) y Nafarroa. El empleo está fuertemente masculinizado y presenta condiciones salariales por encima de la media. Conlleva riesgos laborales importantes e insoslayables, sobre todo en la gestión de residuos peligrosos.
En Euskal Herria, la situación de los residuos industriales es muy distinta en función de los herrialdes. Los problemas se concentran en Bizkaia, especialmente en la Margen Izquierda. En cambio, los residuos de construcción y demolición sí se generan de forma distribuida por todo el territorio. El sector está penetrado por empresas que realizan una deficiente gestión de los residuos y adolece de un seguimiento suficiente.
La economía industrial y de la construcción de la CAPV es marcadamente lineal y basada en materiales no renovables, por lo que genera de manera sostenida una creciente acumulación de residuos industriales. Estos residuos son mayoritariamente no peligrosos y provienen de la industrial metalúrgica, pero también son importantes otras, como la papelera. Una parte importante de los residuos se depositan en vertedero, aunque la mayoría se reciclan. Sin embargo, en ese proceso de reciclaje los materiales pierden en muchos casos propiedades.
En Nafarroa, los residuos son mayoritariamente no peligrosos y provienen de la industria metalúrgica y del automóvil. Su cantidad, tanto si son peligrosos como si no, está aumentando. Una parte importante de los residuos se depositan en vertedero, aunque la mayoría se reciclan, con pérdida de propiedades en el proceso, o se incineran con aprovechamiento energético.
Los residuos industriales son poco importantes a nivel cuantitativo y cualitativo en Iparralde, no así los de construcción y demolición. El porcentaje de reutilización de esta última tipología de residuos en el sector de la construcción en estos tres herrialdes es bajo y la dotación de infraestructura, insuficiente.
La CAPV es un exportador neto de residuos industriales, aunque también importa. En todo caso, la mayoría de los residuos producidos en este territorio son gestionados en él. Nafarroa es un importador neto de residuos, aunque también exporta. La mayoría de los residuos que produce los gestiona en su propio territorio.
Propuestas para el sector de los residuos industriales
La única forma de tener una economía libre de residuos es una economía circular. Una economía de este tipo solo puede estar basada en el sector agroecológico. Es decir, una economía no industrial ni de servicios, sino primaria. Para avanzar en ese sentido es necesario poner en marcha medidas de reducción, reutilización y reciclaje de los residuos industriales, y una reconversión profunda de industrias clave, como la de acero, hacia las técnicas de producción existentes menos impactantes usando chatarra como materia prima.
En Euskal Herria existe una gran cantidad de residuos industriales ya generados que hay que gestionar priorizando la salud ambiental (que por lo tanto también es humana) y, como segunda prioridad, recuperando materiales valiosos. Para esta gestión, son necesarias actividades humanas que catalicen los procesos de regeneración protagonizados por los ecosistemas.
La gestión de los residuos debe ser una actividad no sujeta a la competitividad intrínseca de los mercados, sino que debe estar desmercanilizada y tener como foco la eficacia y la eficiencia desde una perspectiva socioecológica, no económica. Para ello, los organismos de regulación con control ciudadano y las cooperativas sin ánimo de lucro resultan claves. Todo esto puede generar más horas de trabajo que se pueden transformar en empleos, si es esta la relación laboral que se articula.
Gestión concreta de distintos residuos:
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Arenas de fundición. La tendencia debería ser hacia la desaparición de ese residuo y, mientras tanto, su utilización como base de relleno.
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Escorias de acerías. La tendencia debería ser hacia la desaparición de ese residuo y, mientras tanto, su utilización como base de relleno, extracción de metales o usos industriales relacionados con las energías renovables.
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Escorias no férricas. La tendencia debería ser hacia la desaparición de ese residuo y, mientras tanto, su utilización como base de relleno y algunos otros usos industriales poco impactantes.
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Residuos de laminación. Constituyen una tipología de residuo que podría tener cabida en una sociedad sostenible por su fácil reciclabilidad con un coste energético relativamente bajo dando nuevos aceros de buena calidad.
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Residuos refractarios. Podrían tener cabida en una sociedad sostenible, para ello se requiere de un aumento de la capacidad de tratamiento de estos residuos.
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Residuos de la industria papelera. Gestión para su reutilización (lodos calizos) y otros usos.
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Residuos de deconstrución y demolición. Se debe realizar una separación en origen para eliminar al menos lo peligroso (amianto, lámparas de mercurio, etc.) y clasificar lo reutilizable.
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Vehículos fuera de uso. Sería necesario un diseño que fomentase la reutilización y el reciclaje, y que eliminase la presencia de productos tóxicos o potencialmente tóxicos tras su uso. Pero, sobre todo, es necesaria una reducción muy fuerte en la fabricación de coches.
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Aparatos eléctricos y electrónicos. Es otro sector que debe reducir de manera importante su producción. En todo caso, serían deseables prácticas en origen que fomenten el reciclaje y, sobre todo, avanzar en la reparabilidad para facilitar su reutilización y alarscencia.
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Residuos inertizados o estabilizados. No hay una opción mejor que la deposición en vertedero. Por ello, la tendencia debe ser dejar de producirlos.
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Residuos peligrosos. No tienen un buen tratamiento, sino un tratamiento menos malo, que pasa por su inertización y confinamiento. Por ello, deberían dejar de producirse dando fin o reconvirtiendo sus actividades industriales de acuerdo con el paradigma e la producción limpia.
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Suelos contaminados. La prioridad debería ser conocer cuáles son, qué contienen y, en la medida de lo posible, catalizar su regeneración por parte de los ecosistemas.
Enlace al informe: AQUÍ